

Camino Recorrido
Todo comenzó entre 1997 y 2002, cuando lo llamábamos Alimentos Ecológicos. Inicié cultivando, cosechando y agregando valor a estos alimentos genuinos. Luego, para comercializarlos y poder seguir sembrando (mi pasión), comencé un reparto a domicilio, optimizando la logística. A medida que fuimos avanzando, el proyecto pasó a llamarse Aleorgánicos.
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Así comenzó un hermoso camino, colaborando con médicos, terapeutas, productores y cooperativas, llevando estos alimentos directamente al consumidor. Además, ofrecíamos formas de cuidado y conservación. Esto nos brindó una gran experiencia en adaptarnos a las crisis, al clima, al aumento de la demanda y a la falta de cosecha para cubrirla. Gracias a esto, construimos una relación con clientes que apoyaban nuestro día a día. Nuestro lema era: “se comparte la prosperidad de la tierra y también la escasez en tiempos de transición”. De este modo, nuestros clientes se transformaron en amigos y acompañantes del proyecto.
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En su segunda etapa, nació FloreSer, el lugar donde comenzamos nuestra propia producción con una proveeduría y el bar orgánico Bareco, todo construido con energías renovables, fitodepuración, hornos y cocinas de alto rendimiento y bajo consumo. Aquí cerramos el círculo de producción, elaboración y consumo en un mismo espacio, priorizando la conexión entre productor y consumidor, logrando lo que llamamos alimentos km 0.
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Después, nos dedicamos a recuperar y regenerar suelos, y a levantar producciones que habían fracasado, como cultivos convencionales de arándanos, pecan y siembras de pasturas y trigo.
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En 2018, junto a mi amigo Nicolás, compramos tierras y creamos la Reserva Natural Achala, donde trabajamos en la preservación del agua y la recuperación del monte de tabaquillos, un árbol fundamental en la zona de Altas Cumbres, en Córdoba, Argentina. Para esta iniciativa, nos enlazamos con ONG como Germinar, Bayka, VAC Verde Acciones Concretas de Córdoba, Bioma, Ecohouse Córdoba y Refugio Rancho Pampa Mogotes.
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En 2021, emprendimos la creación de otro espacio en el N.O. de Córdoba, donde hoy vivimos, a 45 km del poblado. Aquí, trabajamos en la preservación de la flora y fauna, reconociendo superalimentos y la diversidad de plantas medicinales nativas. Nos rodean árboles centenarios como el algarrobo, quebracho colorado y blanco, chañar, mistol y arbustos como el incayuyo y el burrito. Los cerros nos regalan cuarzos, turmalinas, agua de vertiente y un cielo turquesa gran parte del año. Soñamos con compartir este lugar a través de caminatas, aventuras y una alimentación sana y genuina, implementando un turismo consciente y saludable.
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¡Seguimos avanzando!
Con amor y agradecimiento a quienes estuvieron y dejaron huella.
Alejandra Santini - Coordinadora de proyecto
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SI PUEDES SOÑARLO, PUEDES HACERLO.
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